Cómo lograr acabados lisos y perfectos en cualquier tipo de muro: consejos de estuqueros para estuqueros
Un muro liso habla por ti, incluso cuando tú ya no estás en la obra.
Quienes vivimos del estuco lo sabemos: el acabado final es la carta de presentación del trabajo bien hecho. No importa si es una pared nueva o una remodelación compleja, un buen estuquero deja su firma en la perfección de cada centímetro.
Por eso, en este blog queremos compartirte —de profesional a profesional— los pasos clave para lograr acabados lisos, duraderos y que dejen a tu cliente diciendo: “¡Qué chulada de trabajo!”
La preparación es la mitad del trabajo
Antes de empezar, prepara bien el terreno. Limpia la superficie de polvo, grasa, restos de pintura vieja o humedad. Si el muro está demasiado liso, lija o raspa ligeramente para mejorar la adherencia.
Un muro limpio y correctamente preparado es como una hoja en blanco bien tensada para el artista: te permite trabajar con seguridad y precisión.
No todos los estucos son iguales
Usar el estuco correcto es fundamental.
- Estuco fino y extrafino: ideal para acabados lisos o decorativos.
- Estuco grueso: para acabados gruesos y extragruesos.
- Aplanado: corrige imperfecciones grandes o nivelar muros irregulares.
No te fíes solo del empaque. Lee la ficha técnica, revisa el rendimiento, el tiempo de secado y la compatibilidad con otros productos. Así, evitas sorpresas y garantizas calidad.
Capas delgadas, resultados grandes
El error más común: querer cubrir todo en una sola pasada.
Aplica el estuco en capas delgadas con llana de acero inoxidable o tu herramienta favorita. Deja secar cada capa antes de aplicar la siguiente. Sí, puede tomar más tiempo, pero evitarás grietas y asegurarás un acabado uniforme.
Lija, revisa y vuelve a lijar
Una vez seco, lija suavemente con una lija fina, usando movimientos circulares dependiendo del acabado.
Pasa una regla o un nivel para detectar hendiduras o bultos. Este paso es donde se nota la diferencia entre el que sabe y el que improvisa. Aquí es donde tú demuestras tu técnica.
Siente el muro, sella tu trabajo
La mejor herramienta para la revisión final: tu mano.
Pásala por el muro, si hay alguna imperfección, aún puedes corregir.
Dependiendo del tipo de acabado incluso puedes sellador acrílico que mejore la adherencia de la pintura final. Esto no solo embellece, también protege.
Cada estuquero tiene su técnica, su toque. ¿Cuál es tu truco infalible?
Queremos aprender de ti. Cuéntanos en los comentarios o compártenos una foto de tu mejor acabado. Usa el hashtag #OrgulloEstuquero y etiquétanos. ¡Queremos mostrar tu trabajo al mundo!
Porque un estuquero bien informado es un estuquero imparable.
¿Y tú cómo logras un muro perfecto?
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